martes, 27 de marzo de 2007

BAMBERG


La ruta fue: Zurich, Baviera y Baden, Salzburgo e Insbruck, y Verona y Venecia por el valle de Bolzano. Absolutamente maravilloso. Especialmente Alemania. Me cautivó. Sus ciudades limpias, históricas, extraordinaria y fielmente reconstruidas... La cerveza, la luz, la Selva Negra... Munich... Pero antes fue Friburgo, Nuremberg, Baden-Baden, Bamberg (de donde es la imagen, dos bellas alemanas de concierto en la calle, en el arco del puente que une la ciudad con la vieja iglesia donde está enterrado un Papa... Alemania, lo digo y suspiro, Alemania... Y la guinda del viaje, Venecia. Volvería siempre a Venecia, todos los años. Dios mío, Venecia...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo el mundo coincide en señalar a Alemania como uno de los países modélicos de Europa, por todo lo que significa. Un país con una gente de comportamientos exquisitos, trabajadores y serios profesionales como sólo ellos, con una industrialización potentísima. Un país moderno que conserva lo digno de su pasado. ¿Por qué España, que ha tenido una historia reciente incluso menos tétrica que la alemana, no ha sabido adaptarse tan bien a los nuevos tiempos? Un abrazo, don Enrique