miércoles, 28 de marzo de 2007

UNA IRREVERENCIA


La foto es de Pepe Ángel González, mi amigo arquitecto más artista que conozco. Una irreverencia, sin duda, sentarse en el confesionario de la Iglesia de la Santa Cueva, en la zona sacramental. Mucho más que un siglo se detiene. Las coderas gastadas de apoyarse el confesor para oír al penitente. Abajo, la ascética. Arriba, el esplendor del sacramento. El catolicismo, una vez más, escapa a la simplificación. Y, no olvidemos, Valdeíñigo fue el autor, y el que pidió a Haydn "Las Siete Palabras". Hay Goyas maravillosos, y barroco dorado, mármoles italianos, tallas extraordinarias. Esplendor. Cádiz del XVIII una vez más. La fachada es de lo más modesta pero si vienes a Cádiz no te lo pierdas. No lo olvides: Iglesia de la Santa Cueva.

El Pinsapar

Cambio radical

En un zapeo me enganché. Una relamida Teresa Viejo se movía con soltura por un plató que anunciaba dos cambios radicales en sendas mujeres acomplejadas por el tamaño de sus senos, la miopía, el vello facial, la curva de su nariz, la ausencia de pómulos, la tristeza de la mirada, las dentaduras dislocadas, las pistoleras, la grasa sobrante y el mentón huidizo, entre otras, al parecer, insoportables minusvalías estéticas. Durante dos meses se habían sometido a todo tipo de correcciones con suspiros y lágrimas por el marido y los hijos dejados en casa, o el novio anonadado que esperaba el retorno con el anillo de pedida en la mano, que acabaría entregándole, rodilla en plató, con petición de matrimonio delante de toda España (eso quisiera el share). Como en Mujeres desesperadas.
¡Mi Reino por un Quirófano!, se grita hoy en un canal comercial. La factura es estar dos horas escrutada por los espectadores, que te filmen en ropa íntima y te metan el bisturí, el láser, el extractor de grasas abdominales o de grasas glúteas, el torno dental… Eso sí, los más amables cirujanos plásticos, odontólogos estéticos, esteticista, estilistas, psicopeluqueros, maquilladores y demás honrados profesionales del ponerte bonito salen en pantalla por intercambio comercial, presumiblemente. En el plató, como en los demás realtys, la familia, abuelos incluidos, amigas que se pelearon de chicas, vecinas y demás atónitos. Lo que se dice un verdadero circo. Ahora, una vez sembrado y visto el resultado espectacular del trabajo de dos meses de toda una maquinaria industrial de la belleza, de lo que se trata es de esperar a que llamen a las consultas y hagan caja. El suculento negocio de lo bonito ha nacido y nadie sabe como ha sido.
Lo que era un chiste –la adolescente que pide a sus padres tres aumentos de talla de sus pechos al aprobar la selectividad- va a ser la moneda corriente en los tiempos que se avecinan. “Qué es lo más raro que recuerdas que hayan pedido en la consulta?”, le pregunté hace años a una conocida que trabajaba en una importante clínica estética. “Una mujer que pidió un implante de vello púbico”, me dijo. “¿Cómo?”, insistí asombrado. “Has oído bien, un implante de vello púbico”, afirmó sin darle importancia. Añadiendo, “de ahí en adelante, cualquier cosa”. Y no estaba en antena el “Cambio radical” ni el cambio radical era construir una sociedad donde la solidaridad fuera la bandera izada por todos y los valores democráticos se hubieran consolidado para siempre. No. Cambio radical era esto que ahora llega, este realty que hace felices a dos mujeres que se encuentran feas y llena las clínicas, las peluquerías, las tiendas de moda y todo ese mundo de lo bonito. Otra hipoteca…

martes, 27 de marzo de 2007

BAMBERG


La ruta fue: Zurich, Baviera y Baden, Salzburgo e Insbruck, y Verona y Venecia por el valle de Bolzano. Absolutamente maravilloso. Especialmente Alemania. Me cautivó. Sus ciudades limpias, históricas, extraordinaria y fielmente reconstruidas... La cerveza, la luz, la Selva Negra... Munich... Pero antes fue Friburgo, Nuremberg, Baden-Baden, Bamberg (de donde es la imagen, dos bellas alemanas de concierto en la calle, en el arco del puente que une la ciudad con la vieja iglesia donde está enterrado un Papa... Alemania, lo digo y suspiro, Alemania... Y la guinda del viaje, Venecia. Volvería siempre a Venecia, todos los años. Dios mío, Venecia...

lunes, 26 de marzo de 2007

UNA VIEJA FOTO


La Real Academia de San Romualdo me invitó a participar en un homenaje a don José María Pemán. Ya entonces Pemán era criticado por los sectores progresistas pero a mi me interesaba mucho su faceta de leal monárquico, de presidente del Consejo Privado del Conde de Barcelona, cuya figura me fascinaba hasta el punto de que Mal de piedra, mi primera novela publicada, se iba a llamar Don Juan porque quería ser una novela sobre los monárquicos durante el franquismo. Ya era un hombre enfermo. Yo fui al homenaje con un texto valiente en el que contaba mi historia con Pemán, es decir, cuando no me interesaba Pemán, cuando empezó a interesarme, cuando me interesó muchísimo. Recuerdo que al terminar e ir a saludarlo lo hizo con verdadero afecto. Sus ojos hablaban más que su boca, semicerrada por el Parkinson. Es un episodio de mi vida del que queda esta vieja foto. Era demasiado joven, sin duda.

CAMARON CUMPLE 50 AÑOS


Me encargaron que prepara una gran exposición sobre Camarón en la Diputación de Cádiz con motivo de su cincuentenario. Le añadí un ingrediente difícil, pero lo difícil siempre me ha gustado: la Llave de Oro del Cante a título póstumo. Fue toda una pelea inmensa en el que los "reaccionarios" del Flamenco, los no partidarios, fueron vencidos, entre otros por los propios artístas, que la solicitaron prácticamente por unanimidad. Más de 60.000 personas visitaron la exposición, que fue un verdadero éxito, reconocido por todos. Esta es la portada del catálogo que preparé, con muchas de las mejores fotos del artista genial fallecido en Can Ruti en 1992. Se esfumó, más que agotarse...

VENTA DE VARGAS


Lolo y José Picardo me habían hablado de unas grabaciones de su tío Juan Vargas en las que "estaba" Camarón. Un día se me ocurrió que podía existir un disco inédito. La intuición se confirmó cuando le llevé a Ricardo Pachó la bobina de un viejo "cuatro pistas". Nos quedamos asombrados de lo que contenía. Produjimos el disco para Universal Music, la discográfica que tiene los derechos exclusivos de Camarón. Pero todo fue verdaderamente endiablado. Hasta el extremo de que pareciera que exhumar cantes inéditos de José Monje era menos importante que... otras cuestiones prosaicas. Puse a una seguiriya en la que se oían los grillos, "Siguiriya de los grillos". Es de las que hacen historia. También editamos unos fandangos autobiográficos en los que recuerda la muerte de su padre. Fue una gran experiencia, aunque en muchos trechos fue de un forcejeo tremendo. Ricardo Pachón, mi socio en la producción, siempre me decía: Esto es una novela. Debería escribirla. Y quizá lo haga.

MORRONGO


"Morrongo, morrongo lo que me da mi madre es lo que me pongo". Le puse este título al disco de Santiago Donday no sólo por su eufonía sino por su madre, María La Sabina, que solía cantar unos fandangos por soleá en la línea de Manuel Torre, escalofriantes. Morrongo fue mi estreno como productor discográfico, que le debo a Rafael Román. Ricardo Pachón me puso en contacto con Nuevos Medios y esta discográfica compró los derechos. En el tortuoso camino lo más destacable fue el encuentro de Santiago Donday y Paco Cepero, al que llamé para la grabación. Fue un encuentro memorable, el de dos dinosaurios del flamenco, no por la arqueología sino por su tamaño artístico, que era y será siempre descomunal. La fortura ha hecho que los cantes de Donday, bien grabados, estén a disposición de las generaciones venideras. Fue un cantaor único, inclasificable, genial. Lo quise de todo corazón, y él confió en mí y también me quiso de verdad. Cuando lo oigo, me saltan las lágrimas.